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viernes, 9 de septiembre de 2011

1. OPINIONES
    
Creo que para cualquier persona que lee noticias a diario o ve televisión, hay ya la sospecha que los acontecimientos políticos de nuestro diario vivir o bien han cambiado de formato, o bien se visten de nuevos elementos. Las llamadas redes sociales y las tecnologías comunicacionales parecen representar una función cada vez más importante en el viejo horizonte, lo que suele desplazar a lo político, como la ideología partidista y los antiguos elementos con los que se identificaba.  El horizonte como tal pierde en ideología para volverse fenómeno de consumo y nos advierte, que en un futuro inmediato que ya vivimos, la degradación de lo político en marketing a secas ya no será novedad ninguna.En definitiva, la tecnología desplaza el viejo modelo de la representación política e introduce al poder en el juego de la publicidad, del marketing y los ciudadanos en terminal de redes de consumo. Creo que hablar de política en los viejos términos es un error o una pura nostalgia de tiempos pasados. Observar el horizonte del poder sin la articulación al consumo y la manipulación de las verdaderas necesidades de la población es el más grave error en el que incurrimos a diario.

2.NOTICIAS

Que yo sepa, nadie a dicho que en el fenómeno de la llamada primavera árabe hay la presencia de las redes sociales y que la juventud árabe ya no responde a las jerarquías políticas y religiosas de antaño, sino es presa de una opción democrática inédita en esa región del mundo. Pero no se trata de una occidentalización del mundo árabe, como podría aparecer a primera vista, sino más bien de una globalización comunicacional, en la que no hay política en los antiguos términos sino una articulación a la nueva función de las redes sociales, como una explosión de rebeldía juvenil que destruye las viejas estructuras morales, sociales y religiosas. Pensar que en esa región del mundo se producirán cambios o reformas de lo anterior sería una ilusión.

3.PERSPECTIVAS

El tema del apocalípsis o del fin del mundo no representa una opción real y concreta en nuestro mundo sino una muestra más de la insolvencia de la razón instrumental. La vieja profecía Maya responde a una visión de un mundo en el que los ciclos cósmicos representan un orden que regresa y allí la profecía no es una visión divina de lo que va a ocurrir sino la sabiduría como la repetición de viejos colapsos. En cierta medida cuando observamos esta antigua concepción del mundo y la relacionamos con nuestro presente, el colapso de nuestra civilización como los rencores contra ella que a diario experimentamos, confundimos el valor ritual del colapso en las concepciones mítico mágicas del pasado con nuestros desaveniencias con el sistema social y cultural del presente. En parte, aquí observamos el valor de lo mítico y mágico en la racionalidad de antaño y la imposibilidad de poder representarnos el presente más allá del triunfalismo de una razón instrumental decadente y sin futuro. Es esa misma razón arrogante, la causa  de que incluso todos nuestros afanes de mitologías y rituales no se expresen como es debido, pues no solo el exterminio de lo espiritual se lo debemos a ella, sino la función de una razón mitológica que hoy en día no puede ni tiene que tener lugar.

4.Varios

La rebeldía juvenil en Chile no lleva únicamente el sello de lo político. Solo representa el fin anunciado de viejas formas de representación que hoy ya no tienen lugar o deben dejar de tenerlo. En cierta medida Chile se hace eco del colapso de un mundo y del ingreso a uno nuevo. El aspecto mediático del diario vivir en ese país nos hace ver que los valores de antaño ocupan un nuevo registro que hoy todavía no logramos entender. A pesar de estar arraigados en los viejos valores, los sentimientos y emociones que transmiten a diario los medios de comunicación como rituales mitológicos del ser nacional, ya no parecen responder a los propósitos mitológicos de otros tiempos. El juego de fuerzas en el que se expresan motivos y voluntades, también representan las manifestaciones de otras valoraciones y de nuevos puntos de vista en el que, sin lugar a dudas, el consumo hace su agosto. Mucho de las redes comunicacionales y poco de la política de otros tiempos, mucho de una espiritualidad y mitología que no logra expresarse por las vías acostumbradas, poco de reformas estructurales y de cambios sustanciales. Qué vendrá? Habrá que estar atento.